Contraloría convoca esfuerzo conjunto para solucionar problemática de limpieza pública
La Contraloría General convocó el esfuerzo conjunto de entidades del Estado para generar acciones y políticas que permitan solucionar la problemática de limpieza pública y la gestión de residuos sólidos y hospitalarios, revelados por el Operativo de Control “Por una Ciudad Limpia y Saludable”, que identificó 14 riesgos relacionados a la recolección y disposición final de desechos que pueden afectar la salud de la población.
Tras reunión sostenida el miércoles 17 de abril último, en la que participaron representantes de ministerios y de instituciones involucradas, se acordó que se conformará -bajo el liderazgo del Ministerio del Ambiente (MINAM)- un grupo de trabajo cuyo propósito será proponer y concretar políticas, acciones y soluciones a corto y mediano plazo.
Participaron en la cita de trabajo, representantes de la Presidencia del Consejo de Ministros, y de los ministerios de Ambiente, Salud, y de Economía y Finanzas. Asimismo, de la Fiscalía de la Nación, el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental y de la Asamblea Nacional de Gobiernos Regionales y la Red de Municipalidades Urbanas y Rurales del Perú. Se contó con la presencia de la titular del Ambiente, Lucía Ruíz.
“Solo se pueden resolver problemas complejos y relevantes si las instituciones del Estado trabajan realmente como uno solo”, manifestó el Contralor General Nelson Shack, al referirse a las deficiencias identificadas por el operativo en la recolección, transporte y disposición final de basura en 697 municipalidades a nivel nacional, información que ahora se constituye en una herramienta para la toma de decisiones de los gestores públicos y para la formulación de políticas en esa materia examinada.
Shack agregó que se necesita un sector que sea capaz de integrar y generar mecanismos de coordinación para ordenar los esfuerzos que el Estado pueda desplegar respecto a los siguientes seis problemas más relevantes revelados por el operativo: Hallazgo de residuos sólidos mezclados con desechos domiciliarios; personal municipal que no cuenta con exámenes médicos y medidas de protección adecuadas; uso de botaderos no autorizados para depositar los residuos sólidos; falta de programa de mantenimiento de recursos para el servicio de limpieza pública, y de un programa de supervisión al servicio de limpieza pública; y la falta de campañas educativas sobre el tratamiento y disposición final de los residuos sólidos.