Reflexiones de la Semana Santa en Ayacucho
Muchos ayacuchanos esperábamos el día domingo de Resurrección, no sólo por el gran significado que tiene este día en el mundo cristiano, sino también por la mediana calma que llega a la ciudad, con miles de turistas y visitantes que retornan a sus lugares, lamentando algunas distorsiones que debemos erradicar en el futuro.
Pese a las explicaciones y cuestionamientos realizadas por la Prefectura, Defensoría del Pueblo, Junta Vecinal Mariscal Cáceres, Jóvenes activistas de defensa de los animales, entre otros, sobre las actividades del Jala o Pascua toro, estas se realizaron con un descontrol total dejando 8 heridos, maltrato a los animales, provocando mayor congestionamiento vehicular, y un desmedido consumo de licor que se extendió a la Plaza Mayor, la Plaza María Parado de Bellido, Av. Independencia y al Complejo deportivo Mariscal Cáceres.
Las filmaciones realizadas por quienes acudieron a estos lugares, muestran la Plaza Mayor, convertida en “chupodromo” con el expendio de cerveza en diversos puntos de la plaza sin ningún control, ni presencia de serenos que solamente persiguen a quienes venden caramelos, u otros productos. Los vídeos también muestran ebrios tirados en el piso, basura por doquier, personas embriagadas miccionando sin ningún pudor.
La actividad del sábado que termina con mucha miseria y basura, no es la forma de atraer el turismo. Las evaluaciones vendrán probablemente, al igual que todos los años, se enumerarán los excesos, lo que no se debió hacer. ¿Pero, servirá de algo para la próxima Semana Santa?, por lo menos hasta este año, el último de la gestión de la Alianza Renace Ayacucho (ARA), no lo fue.
Las próximas autoridades elegidas deberán cumplir con la intención del Pascua toro, de solidaridad: los animales conducidos al camal para ser entregados a las instituciones beneficiarias. Hacer de la Plaza Mayor, un espacio para los actos litúrgicos y procesiones, no para borracheras. La autoridad local tiene la responsabilidad y la competencia para mantener el orden y recuperar el real sentido de la semana santa y evitar las distorsiones que pongan el riesgo el merecido reconocimiento nacional e internacional de la semana santa en Ayacucho.
Por: Esther Valenzuela – Radio Estación Wari